CONTROLA
TUS EMOCIONES
“Controla
tus emociones o ellas te controlarán a ti.”
Proverbio
Zen
Cuando
hablamos de lenguaje corporal, microexpresiones y detectar mentiras, todas
quieren aprender cómo se hace, pero pocas se detienen a pensar en las implicaciones
que ello conlleva. A menudo me preguntan “¿Qué debo hacer si descubro que me
engañan?”; “Creo que me están mintiendo, ¿Cómo puedo estar seguro?”; “¿Cómo se
siente saber cuándo te mienten?”.
Ahí
es donde recuerdo la frase central de cierta película de superhéroes: “Un gran poder
implica una gran responsabilidad” ¿Y de qué responsabilidad hablamos en este
caso?. De asumir el control de tus emociones y mantenerte, en la medida de lo posible,
al margen de una reacción condicionada por el momento.
Imagínate
por un momento que descubres (o al menos sospechas) que una persona en la que
confías mucho y tienes un fuerte lazo emocional te miente, a pesar de que lo
niega categóricamente. ¿Cuál sería tu reacción? “Depende de la persona y la mentira”,
seguro responderás. Pero el caso es que una decepción nos golpea muy duro, y la
amígdala no lo piensa dos veces para atropellar una acción de la que podemos
arrepentirnos después.
La
pregunta que debemos hacernos en ese momento, independientemente de cómo nos
sintamos por dentro, es la siguiente: ¿Por qué tuvo la necesidad de mentir?
¿Qué
es lo que está en juego?
¿Por
qué recurre a falsear la verdad cuando debería tenerme total confianza?
El
autocontrol no es un “interruptor” que podemos cambiar fácilmente. Requiere de
una profunda introspección diaria y entender, primero que nada, que mentir (o esconder
verdades) forma parte integral de nuestra psicología y del contrato social en
el que nos desenvolvemos. El tacto y la diplomacia son términos relacionados, y
sin embargo no son juzgados tan duramente. Piensa en eso cuando te enfrentes a alguien
que no necesariamente miente, sino que oculta parte de la realidad.
Libro.-
“Lenguaje Corporal en 40 días”
Autor.-
Jesús Enrique Rosas
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