por
Tay Cuellar
Las
bacterias intestinales pueden ser tus mejores aliadas si quieres estar
saludable, pero también pueden ser uno de tus peores enemigos. La mayoría de
las personas no se dan cuenta, pero lo que comen y cómo viven, cambia
constantemente la composición de sus bacterias en el intestino.
Nuevos estudios interesantes están saliendo
todos los días explorando la conexión entre las bacterias intestinales y
prácticamente todos los demás aspectos de la salud humana. La conclusión es
clara: si se puedes cambiar tu intestino, puedes cambiar tu vida, ¿qué podrías
hacer al respecto? Continúa leyendo para averiguarlo.
No todas las Bacterias
Intestinales son iguales
Las
bacterias intestinales, que suman más de 100 billones de células, tienen más
impacto sobre nuestra salud de la que los médicos expertos se hubieran
imaginado previamente. Pero no todas las bacterias intestinales son iguales.
Entre otras cosas, las “buenas” bacterias intestinales mejoran la digestión,
fortalecen el sistema inmunológico, y la producción de las vitaminas que tu
cuerpo necesita.
Por
otro lado, las “malas” bacterias intestinales pueden causar:
·
pesadillas digestivas,
·
problemas mentales,
·
enfermedades de la
piel, y
·
todo tipo de otros
problemas de los cuales aprenderás en este artículo.
Un
intestino sano no se consigue tratando de liberar tu cuerpo de las bacterias
intestinales por completo. Sino que está hecho mediante el equilibrio de las
bacterias, limitando las malas y fomentando el crecimiento de las buenas. Así
que primero lo primero: ¿cómo puedes averiguar si tus bacterias intestinales
están desequilibradas?
7 signos de que tus bacterias
intestinales están fuera de control
¿Cómo
puedes saber si tus bacterias intestinales están fuera de control? Esto no es
tan fácil como saber si tienes fiebre. No puedes simplemente tomar la
temperatura de tu flora intestinal con un termómetro que compraste sin receta
médica.
Pero
hay ciertas señales de advertencia comunes que indican que algo podría estar
mal. Presta mucha atención a estas señales, y te pondrás en una mejor posición
para recuperar la salud.
Esto
es lo que a tener en cuenta:
1. Problemas Digestivos
Cuando
piensas en las consecuencias potenciales de las malas bacterias intestinales,
los problemas digestivos son probablemente las primeras cosas que se te vienen
a la mente. Muchos médicos prescriben medicamentos como el Prevacid o
antiácidos genéricos para ayudar a las personas que luchan con estas cuestiones,
pero esos medicamentos sólo tratan los síntomas a niveles superficiales.
Estos
no llegan a la raíz del problema, que son las bacterias intestinales no
saludables. Si estás tratando con cualquiera de los siguientes malestares, es
posible que tengas un intestino poco saludable:
·
Gases
·
Distensión
·
Ardor de estómago /
reflujo ácido
·
Diarrea
·
Estreñimiento
·
Síndrome del intestino
irritable
·
Enfermedad del
intestino irritable (incluyendo la enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa)
2. Problemas Mentales
¿Sabías
que la salud de tu intestino podría afectar a la salud de tu cerebro? Esto es
cierto. Científicos ya han descubierto que las bacterias intestinales producen
neurotransmisores. Y ahora, ya están concentrados en otra tendencia: las
personas con ciertos trastornos mentales también tienden a tener alteraciones
en sus bacterias intestinales.
Si
tienes alguno de estos trastornos mentales, tus bacterias intestinales podrían
ser la causa:
·
Depresión y ansiedad
·
Niebla cerebral
·
OCD Desórdenes
Obsesivos Compulsivos
·
Autismo
3. Deficiencias de Vitaminas y Minerales
Un
intestino sano también juega un papel importante cuando se trata de ayudar al
cuerpo a producir y sintetizar las vitaminas y los minerales. Cuando tus
bacterias intestinales están fuera de control, a tu cuerpo le puede resultar
más difícil obtener suficiente de las siguientes vitaminas y minerales
esenciales:
·
Vitamina D
·
Vitamina K
·
Vitamina B12 y B7
·
Magnesio
7 razones para desintoxicar el Hígado
Si
eres deficiente de cualquiera de los anteriores, es posible que tengas un
intestino poco saludable.
4. Antibióticos
Si
se usan correctamente, los antibióticos son como una de las mayores
innovaciones de la medicina moderna, pero su uso incorrecto puede crear
problemas intestinales. La industria alimentaria los utiliza de manera
indiscriminada en animales criados en granjas industriales. Algunos médicos
incluso los utilizan en infecciones virales (que no sirven para nada).
Los
antibióticos acaban con las bacterias malas, pero también acaban con muchas de
las buenas bacterias en el intestino que son esenciales para tu salud.
Investigaciones sugieren que las buenas bacterias aniquiladas por los
antibióticos no se reemplazan a sí mismas a menos que tú intervengas.
5. Estrés crónico y no
controlado
El
estrés puede agotar tu paciencia, causarte ansiedad y aumentar tu presión
arterial, y también puede causar estragos en tus intestinos. El estrés es
inevitable, no importa cuánto tratemos de evitarlo. Esto no es un problema –
hasta que dejas que suceda por mucho tiempo y no lo controlas. El estrés no
administrado aumenta los niveles de cortisol, que pueden detener el buen
funcionamiento intestino.
Si
has estado muy estresado durante los últimos meses (o años, o décadas), y no
has tomado las medidas necesarias para controlar el estrés, es muy probable que
no tengas un intestino saludable.
6. Enfermedades de la Piel
Ha
habido una gran confusión acerca de las enfermedades de la piel en los últimos
años. Gran parte de ellas proviene de la idea común (pero equivocada) de que
los síntomas de una enfermedad deben aparecer en el mismo lugar que la
condición en sí. Para muchas enfermedades de la piel, el problema no es con la
propia piel. Es con un intestino no saludable. Si tienes cualquiera de estas
enfermedades de la piel, que podría ser debido a la bacteria intestinal
desequilibrada:
eczema
codo bacterias intestinales
·
Acné
·
La rosácea
·
Psoriasis
·
Eczema
7. Enfermedades autoinmunes
Las
enfermedades autoinmunes pueden ser difíciles de manejar debido a que el cuerpo
se ataca a sí mismo, literalmente. Esto puede hacer aún más difícil de detectar
el origen del problema y resolverlo. Sin embargo, más investigaciones están
emergiendo que une a las enfermedades autoinmunes con los intestinos no
saludables. Si estás tratando con cualquiera de las siguientes condiciones,
posiblemente podrías ser capaz de hacer que los síntomas desaparezcan a través
del cuidado de tu intestino:
·
Hashimoto
·
Artritis reumatoide
·
La enfermedad
inflamatoria intestinal
Cómo balancear las bacterias
intestinales en 4 pasos sencillos
Si
cualquiera de las señales anteriores te suena, hay buenas noticias. Puedes
tomar medidas para mejorar la salud de tu intestino. Si lo haces, puedes
prevenir nuevas condiciones médicas que surjan e incluso las condiciones de las
que te hayas preocupado desde hace años atrás.
¿Listo para empezar desde hoy? Así es cómo
puedes equilibrar tus bacterias intestinales en cuatro pasos sencillos:
Paso 1. Evita las toxinas
Si
quisieras apagar un incendio, arrojarle gasolina seguramente sería lo peor que
podrías hacer. Por desgracia, esto es exactamente lo que un montón de gente con
intestinos poco saludables está haciendo. Ellos siguen comiendo y viviendo de
una manera que mata las bacterias buenas, alienta el crecimiento de las
bacterias malas, y rompe la integridad del revestimiento de su intestino.
La
mayoría de ellos no se dan cuenta de lo que están haciendo. Eso, aunado a lo
que la medicina tradicional receta para “solucionar” el problema (que suele ser
un remedio superficial, y no una solución de raíz), y que son medicamentos que
suelen traer reacciones secundarias, muchas veces afectando aún más el problema
a mediano plazo, hacen de este problema un problema interminable y crónico.
10 Combinaciones de alimentos
para mejorar la digestión
Paso 1. Evita los alimentos
tóxicos
gluten
causa bacterias intestinales
Éstos
incluyen:
·
Granos
·
Lácteos
·
Azúcares, incluidos la
fructosa
·
Aceites poco saludables
Intenta
seguir una dieta centrada en verduras, proteínas de origen animal, y frutas, y
que pueda crear un ambiente intestinal que sea amigable para las bacterias
buenas, y hostil para las bacterias malas.
También
es una buena idea evitar otras toxinas modernas. Cuídate de las siguientes:
·
Antiinflamatorios sin
esteroides (AINE) como el Advil y el ibuprofeno
·
Antibióticos (tanto
como sea posible)
·
Pesticidas
Paso 2. Come alimentos
fermentados
Evitar
los alimentos tóxicos y las toxinas del medio ambiente es un gran comienzo,
pero no es suficiente para una salud óptima. Es hora de ser proactivo acerca de
fomentar las buenas bacterias intestinales que florezcan. Una de las mejores
maneras de hacerlo es comiendo más alimentos fermentados. Estos alimentos de
uso común en la dieta de nuestros antepasados, están llenos de buenas bacterias
intestinales.
Los
buenos alimentos fermentados incluyen:
·
Kimchi
·
Chucrut
·
Frutas y verduras
lacto-fermentadas
·
Yogur, queso, y kéfir
sin pasteurizar
Comer
dos o tres tazas al día de chucrut, puede sonar como una buena idea. Pero
resista la tentación. La adición de muchos alimentos fermentados demasiado
rápido puede crear algunos efectos secundarios desagradables. Empieza poco a
poco, con una cucharadita o dos al día e intenta darle tiempo a tu intestino
para que pueda acostumbrarse.
Paso 3. Tomar suplementos
probióticos
sumplementos
probióticos para bacterias intestinales
Además
de comer alimentos fermentados (una gran fuente natural de buenas bacterias
intestinales), puedes restaurar la salud del intestino más rápido al tomar un
suplemento diario de probióticos. Nuestros antepasados eran mucho menos
higiénicos que nosotros. En realidad, esto les ayudó a recoger un montón de
buenas bacterias intestinales a través del suelo y otras cosas sucias que
encontraban. Puedes utilizar suplementos probióticos para “compensar” las
buenas bacterias intestinales perdidas.
Paso 4. Controla tu estrés
Una
de las cosas más poderosas que puedes hacer para mejorar tu salud intestinal
(además de cambiar tu dieta) es hacer del “manejo del estrés” una prioridad. No
existe una forma específica para todos de lograr este método. La clave es
elegir algo que te gusta y apegarte a eso. Haz tiempo para gestionar tu estrés
– aunque te sientas estresado o no – hará que se reduzca la inflamación,
tendrás niveles más bajos de cortisol, y mejorará tu salud intestinal.
Y
asegúrate de dormir lo suficiente. Un déficit de sueño aumenta los niveles de
cortisol (y daña el intestino) al igual que cualquier otro tipo de estrés.
Descansa al menos 7 horas por noche.
Cambiar
tu intestino, también cambiará tu vida
Más
ciencia está surgiendo cada día hablando acerca de la conexión de los problemas
del intestino con las cuestiones de todo el cuerpo y la mente. Esas son buenas
noticias para ti. Con el conocimiento y acciones inteligentes, puedes
literalmente curarte a ti mismo desde dentro hacia fuera. La receta para un
intestino sano es simple. Evita los alimentos y sustancias tóxicas, añade
algunos alimentos fermentados y probióticos, y haz del manejo del estrés una
prioridad. No vas a mejorar de la noche a la mañana, pero vas a mejorar.
Cambiar tu intestino podría ser el primer paso para cambiar tu vida.
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