Autor Anónimo
Es
el conjunto de todas nuestras potencialidades en estado puro, que nos habrían
de permitir atraer la realización en todas las áreas de la vida. Cuando ocurre
que en una o varias áreas no conseguimos vivir plenamente, hablamos del Niño
Interior Herido.
Seguidamente
se exponen las áreas y los casos más frecuentes de realización y herida.
Amor y Pareja Amor, comunicación, apoyo, compartir, entendimiento,
crecimiento. Desavenencias, chantaje,
malos tratos, incomunicación, frigidez, adicciones, impotencia…
Familia y Salud Cariño,
respeto, fraternidad, apoyo, acompañamiento, confianza, seguridad, estabilidad,
fuerza, vitalidad… Manipulación,
imposición, rechazo, abandono, invalidación, adicciones, proteccionismo,
agresiones, enfermedades, accidentes…
Trabajo y Viajes Realización, reconocimiento, valoración, ascenso, armonía. Mooving, inestabilidad, inmovilismo,
desinterés, malos entendidos, falta de reconocimiento…
Autorealización Autoestima, completa, integridad, firmeza, conexión,
Alegría
interior, sinceridad, poner límites, automotivación… Dejadez, falta de
autoestima, inseguridad, tristeza, depresión, dificultad en poner límites,
ansiedad, fobias, autosabotaje.
Riqueza Económica Prosperidad, éxito en los negocios, firmeza, equilibrio,
confianza, capaz de asumir riesgos… Creencias
erróneas acerca de la abundancia, escasez…
Fama y Reputación Reconocimiento social, éxito en la vida en general,
constancia, simpatía, don de gentes, determinación, integridad… Autonegación, falta de confianza,
inadaptación, dificultades sociales…
Creatividad, hijos, Proyectos Fluidez, adaptación , genialidad, recurrencia,
concentración, detección de las necesidades, concreción, inteligencia… Dispersión, rigidez, dificultades en
el cambio, estrés…
Amistades Sociabilidad, capaz de ponerte en el lugar de los demás,
cordialidad, confianza, aceptación… Egoísmo,
introversión, creación de mundos personales, orgullo, intransigencia, falta de
comunicación.
Cuando
ocurre que en una o en varias de estas áreas, no conseguimos vivir con
plenitud, estamos ante un caso de Niño Interior Herido. Ocurre que la persona
que tiene un Niño Interior Herido revive una y otra vez, los mismos
sentimientos de amargura, vacío, desilusión, tristeza, rencor, miedos,
desconfianza, etc. en el área o áreas que tiene afectadas. Tropieza una y otra
vez con la misma piedra.
La
causa de que esto sea así, radica en las vivencias emocionales que vivimos
desde que fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre hasta la edad de 9 ó
12 años, -en que pasamos de la mente concreta y autocentrada en el Yo, a la
mente abstracta- en relación a las emociones que nos suscitaban nuestros padres
y mentores, de modo que sin darnos cuenta, grabamos en el inconsciente sentimientos,
actitudes, creencias, en definitiva introyectos, correspondientes a cada una de
esas ocho áreas.
Con
el tiempo esos introyectos, fueron generando la realidad en la que vivimos, y
todo lo que nos ocurre en la actualidad, -hasta que uno no desaprende lo aprendido-
consecuencia del modo en que sentimos debían de ser nuestras emociones en cada
una de esas áreas, que es lo que luego las personas que aparecen en nuestras
vidas se encargan de actualizarnos.
En
la medida que la persona transcurre por el proceso de Recuperación de su Niño
Interior, deja de afectarle esas emociones, comienza a sanar en primer lugar la
relación consigo mismo, y después con cada una de las personas que integran las
áreas afectadas: parejas, padres, amistades, jefes, etc.
Para
ello aprende a hacerse cargo de lo que hasta ahora proyectaba en los demás, en
vez de culpabilizarles de su desgracia, aprende a ver que es lo que le
despiertan los demás y a sanar esa vieja espina que reaparece una y otra vez,
aunque cambien las personas que se la suscitan.
¿En que consiste el Proceso para Recuperar
el Niño Interior? (RNI)
El
proceso es sencillo, pero requiere de tres aspectos fundamentales: disposición,
voluntad y compromiso, es decir, que la persona desee sanarse y mejorar su
vida. Sin estos ingredientes ninguna terapia tendría efectividad.
El
proceso consiste en reconocer y conectar las experiencias no deseadas de la
actualidad, con las que vivió en el pasado, hacerlas conscientes, darse cuenta
que son suyas, liberarlas, ponerse en el lugar del otro para cerrar asuntos
pendientes, perdonarse y perdonar, reconciliarse, reparentalizar y consolidar
vivencias sanas y plenas en el área que desea mejorar.
Cuando
el proceso tiene lugar, se consigue cambiar las emociones que antes eran causa
de conflicto, y hasta las personas que eran foco de conflicto, pues cuando uno
cambia internamente cambia lo que le rodea.
¿Para que sirve este proceso?
Además
de mejorar el área de nuestra vida que queremos sanar: pareja, familia,
trabajo, relación personal consigo mismo, etc. la persona deja de tener los
sentimientos que le atenazaban, desaparecen los enganches y mejoran las
relaciones con los demás, comienza a recuperar su verdadera identidad, su
autoestima, el encanto personal, la espontaneidad, y la salud en todos los
órdenes de su vida; es capaz de sostenerse y nutrirse a si misma, de modo que
comienza a vivir plenamente y a atraer la prosperidad en su vida. El mundo se
rinde a sus pies.
¿De dónde surge Recuperar el Niño
Interior?
Este
sistema de integración humana nace en Estados Unidos, de la corriente
psicológica denominada Análisis Transaccional y que es enarbolada por Erich
Berne, John Bradshaw, Marianne Wiliamson, Jean Piaget y Antonio Blay entre
otros.
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